Qué maravilla. La verdad es que la decisión del señor Esquivias fué todo un acierto, pues le devolvió a la edad de un hombre de 33 años. Es magistral; allá donde lo veas te emociona, pero para mí especialmente, donde más me gusta es en la plaza del Museo, aunque jamás olvidaré la primera vez que lo tuve delante un Jueves Santo cuando lo visitaron los Armaos. Un abrazo Pedro.
Qué maravilla. La verdad es que la decisión del señor Esquivias fué todo un acierto, pues le devolvió a la edad de un hombre de 33 años. Es magistral; allá donde lo veas te emociona, pero para mí especialmente, donde más me gusta es en la plaza del Museo, aunque jamás olvidaré la primera vez que lo tuve delante un Jueves Santo cuando lo visitaron los Armaos. Un abrazo Pedro.
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